El Castillo de Santa Catalina con cerca de 500 años de historia sólo se estremece con eventos que le emocionen.
Cuando una novia es generosa, cede protagonismo a sus invitados, a los más pequeños el evento se engrandece y el Castillo lo agradece.
Lila es una pequeña de apenas 3 añitos que realizó un largo viaje desde Francia para venir a un lugar mágico en corazón de Málaga.
Para la pequeña los gruesos muros, los grandes ventanales, la luz envolvente de las habitaciones, el colorido de los tapices la trasportaron a un mundo mágico, necesitaba vestirse para la ocasión.
Lo primero que imaginó Lila fue su cajita de música, esa donde una joven bailarina gira al compás de la música, quiso imitarla, al girar de la mano de la reina del castillo la música sonó en el interior de todos los que estaban en la habitación.
Lila se sintió princesa de un cuento de hadas donde tenía que ayudar a la reina en su gran día, no podía fallar.
El Castillo agradecido por tan bonito evento quiso que Lila recordara siempre este momento, Cámara en mano vimos un destello cegador del flash que marcó para siempre el recuerdo de Lila y Rocío.
Bodakids– Reporatajes de bodas